VIOLENCIA OBSTÉTRICA. Primera parte.

Por: Hayde Arely Cruz Ortega, Criminóloga Criminalista.

A esta violencia se exponen más de 6 mil 800 mexicanas al día, pues México registra alrededor de 2 millones 500 mil nacimientos anuales. Comenzó a mostrar interés ante la falta de atención por parte del personal de salud, hacia dos mujeres embarazadas de origen indígena, quienes dieron a luz en el área de recepción y jardín de la institución médica, violando su derecho.

La ONU, junto con Red Latinoamericana del Caribe y Bioética, la definen como: el tipo de violencia ejercida por el profesional de salud, sobre el cuerpo y los procesos productivos de las mujeres. Esta clase de violencia se expresa mayoritariamente, aunque no con exclusividad, en el trato deshumanizado hacia la mujer embarazada, en la tendencia a hacer patológicos los procesos reproductivos naturales y en múltiples manifestaciones que resultan amenazantes en el contexto de la atención de la salud sexual, embarazo, parto y post parto.

La tecnología ha permitido que las denuncias sean cada vez más frecuentes, pero aun así abundan historias sobre el tema. Anteriormente, este tipo agresión para las mujeres que la sufrieron, fue considerado “normal”, al desconocer sus derechos humanos, mostrando un grado de sumisión mientras eran atendidas. Con las quejas por mala práctica médica y baja calidad de atención, es que ganó importancia e investigación rigurosa, llamándola así: violencia obstétrica.

Se muestra no sólo físicamente, también es psicológico y emocional. Se muestran las siguientes variaciones sobre cómo se presenta la violencia obstétrica, contemplado en la página del Gobierno de la República:

· Practicar el parto por cesárea, existiendo las condiciones para realizar un parto natural, sin el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.
· Obligar a parir acostada y/o inmovilizada;
· Negar u obstaculizar la posibilidad de cargar y amamantar al bebé o la bebé inmediatamente al nacer; y
· No atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas.

Otras formas de violencia obstétrica, son las burlas hacia el grado de dolor de la paciente antes y después del parto, ponerles apodos, esterilizaciones forzadas, discriminar el acceso a los servicios de salud, cometarios que parecen regaños, la falta de capacidad profesional en emergencias, comparaciones destructivas, no proporcionar información sobre cuidados posteriores, negar el apoyo emocional elegido por ellas, la ausencia de privacidad en la atención de médico-paciente; esto es cuando varios médicos están presentes o solo platican entre ellos. La segunda parte de este artículo, se centra en ejemplificar este tipo de violencia con casos reales.


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