GOBERNAR CON EL MIEDO

Por: Diego Chaparro Hernández

El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo.
Ludwing Borne.

A diez días de asumir la presidencia el presidente Felipe Calderón presento un discurso en el cual declaraba la guerra contra el narcotráfico, un “discurso del miedo”, un discurso similar al del expresidente de los EEUU George Bush Jr. El cual le declaro la guerra al terrorismo después del atentado del 9/11.

Dichas medidas del miedo han servido en favor de algunas medidas de control y/o represión como lo es el de la Militarización de la política, del país y para ser más específico de la seguridad pública, aunado a esto han optado por medidas de excepción, medidas que no se piensan, que no tienen algún diagnostico o beneficio, sino todo lo contrario.

Z. Bauman menciona que el miedo “es el nombre que damos a nuestra incertidumbre: a nuestra ignorancia con respecto de la amenaza y a lo que hay que hacer”.

Es por ello que el miedo se convirtió en un arma de dominación política y de control social, un ejemplo claro lo menciona el investigador del INACIPE Martin G Barrón, lo siguiente:
En México, el miedo es una forma de control de la población, hace hincapié en la creación de falsos escenarios o una percepción exagerada de inseguridad, que se fortalece con los Mass Media.

Omar rincón y German Rey mencionan en un texto suyo algo sobre sociedades con este tipo de estrategias, que puede asimilarse a la nuestra.

Además hoy en día en México hay una sociedad:

“Más insegura por lo que se dice que por la realidad que habita.

La realidad no es lo que vivimos, ni siquiera las experiencias que decidimos experimentar. La realidad es lo que percibimos que hemos vivido, sentido y experimentado. La realidad es entonces, una producción comunicativa. Así, la ciudad y la sociedad que habitamos la construimos más sobre percepciones que sobre vivencias. 

Nos hacemos una idea del nosotros mismos por lo que nos cuentan los medios de comunicación, por lo que sugieren los políticos y generadores de opinión, por las mitologías urbanas. Es en este juego de percepciones que se construye la realidad de la (in)seguridad ciudadana. 

El efecto simbólico de la (in)seguridad ciudadana son los miedos, resultado de múltiples y
diversas producciones simbólicas, pero sobre todo del trabajo del mercado y los medios de comunicación.

Decía Fernando García, de Málaga, España. “Los políticos nos meten miedo para poder gobernar con mayor comodidad”

A causa de una horrible tradición, los gobernantes nos escatiman información para que haya incertidumbre y, con ella, miedo.

Porque gobernar es mucho más fácil con miedo que con claridad, ya que cuanto menos información das, más miedo provocas.


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