MALTRATO INFANTIL: INOCENCIA PERDIDA. Parte 2.

Por: Hayde Arely Cruz Ortega, Criminóloga Criminalista.

La sociedad exige lineamientos para evitar que el maltrato infantil sea cada vez más grande, a pesar de existir personal experto y dependencias adecuadas para asesorar sobre este tema, se siguen escuchando todo tipo de casos que enfurecen y desestiman el trabajo que se hace por los menores. Pero es importante recalcar que la sociedad misma puede intervenir con una simple denuncia.

Existen varios programas relacionados con el control de las emociones, de detección de conductas antisociales, y que tratan temas especiales para los padres a fin de culturizar la protección a la integridad de los menores, logrando en sectores particulares la disminución de este problema.

Los programas de prevención del maltrato infantil, son destinados a informar sobre las lesiones provocadas en los bebés, como traumatismo craneoencefálico producido por el síndrome del niño sacudido. Otros se relacionan con la violencia sexual en aspectos de que el niño conozca la propiedad de su cuerpo, las diferencias entre los tocamientos normales e impuros, aprender a conocer situaciones de abuso, cómo decir “no”, y cómo revelar los abusos a un adulto en que confíen.

Las denuncias del maltrato infantil son frecuentes en redes sociales y ganan margen de atención a las autoridades y otros medios de comunicación, logran agilizar los procesos de búsqueda presionando la competencia del personal asignado a parar con la agonía del infante. Sin embargo, es de misma relevancia alentar a la comunidad denunciar ante su dependencia ministerial estos casos, de participar en las audiencias que contribuyen al buen desarrollo familiar, a permanecer alertas ante la presencia de estos actos.


“Todas las personas mayores fueron al principio niños, pero pocos lo recuerdan” 
Antoine de Saint-Exupéry.


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