LA MILITARIZACIÓN EN MÉXICO: CRÍTICA Y CONSECUENCIAS DE LA ESTRATEGIA.

Por: Diego Chaparro Hernández 
La violencia no es sino una expresión del miedo.
Arturo Graf

En 2006 el Expresidente Felipe calderón inicio con una estrategia de seguridad llamada “Guerra contra el Narcotráfico” que desato una ola de violencia que dejo resultados trágicos para el país, después Enrique Peña Nieto siguió con la pésima estrategia con la cual empeoraron los resultados y ahora el actual gobierno quiere continuar con la estrategia solo que con cambios de etiquetas y disminución del uso de la fuerza.

Esta demás decir que las desapariciones, homicidios, secuestros, venta de droga, distribución de armas, servidores públicos coludidos con el narcotráfico, peleas por el derecho de piso y uno de los puntos más graves son las violaciones a derechos humanos que tuvieron miles y miles de personas, dejando esto en una crisis de DDHH similar a países en guerra.

El presidente FCH menciono que habría una “Guerra contra el narcotráfico” con lo cual llevaría a las Fuerzas Armadas (Ejercito, Marina y Fuerza Aérea) a la calle, a reforzar la tarea que le corresponde a la seguridad pública es decir a la policía, una policía muy desacreditada, fracturada, muy poco reforzada, todo esto a mencionar que los sueldos, prestaciones y horarios de estas mismas son deficientes.

Tal parece que la estrategia no se pensó muy bien en las pasadas administraciones, tal parece que reforzar a las policías, crear estrategias anticorrupción, impulsar programas sobre prevención del delito, pensar en una nueva política de droga para el país no estaba contemplada en las anteriores administraciones, sino que lo fácil fue la intimidación o insinuar el miedo, creyendo en dichas estrategias como las de a “mayor pena - menor delito” o la represión iba a funcionar por si sola y que la gente iba a tener miedo de caer en prisión o llevar un proceso penal, cuestión que se sabe con pruebas y antecedentes que esto no sirve.

El presidente FCH y EPN no pensaron en crear una política social fuerte, sino en crear más cárceles, aumentar penas y aumentar el número de policías, y valla locura que improviso como estrategia, con la cual hubo una inversión en materia de seguridad superior a algunas como la educación y el desarrollo social, los únicos empleos que se crearon fueron en materia de seguridad se solicitaba personal para el ejército, la policía federal, policía local, seguridad privada e incluso se implementó el uso masivo de cámaras para observar cualquier actividad irregular, nunca se imaginó si quiera un poco la problemática que traería consigo esta estrategia, que si bien ya tenía antecedentes en países como Colombia por mencionar alguno y no sirvió.

La actual administración sigue en pie con “la propuesta de crear una guardia nacional si implica la constitucionalización de la militarización” como lo menciono el director del IIJ de la UNAM Pedro Salazar, las fuerzas armadas van ganado poder, cosa que no querrán dejar.

Además el actual gobierno tiene la estrategia de jugar con la percepción, ya que pretende hacer creer que los índices de violencia van bajando, siguiendo con el populismo punitivo.
Menciona Pedro Peñaloza que la Política Criminológica es esencialmente la misma que en las dos administraciones pasadas y que los soldados y marinos van ganando terreno sobre las policías en cuestión a privilegios.

Hasta que no se apueste por una Política Criminológica integral, que promueva la prevención del delito y el reforzamiento a las policías, hacer fuerte una política social y hasta de ser posible adaptar una adecuada política de droga. De ser posible adoptar medidas en todos los niveles y áreas del país, solo así se podrán disminuir los niveles de violencia y las malas prácticas frente a esta problemática.

Debemos echar mano de gente verdaderamente capacitada de diferentes áreas es decir criminólogos, sociólogos, policías, abogados, sociedad civil y el mismo gobierno.


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