Por Lic. Eduardo Carmona Munguia.
La violencia que se vive hoy nuestro país no se resume en la mala gestión de los gobiernos (que también tienen gran culpa en esto), la violencia es un grave problema que tiene diversas formas de manifestarse –física, sexual, psicológica, política, etc.- y nace en el seno familiar, si, aunque nos cueste aceptarlo la violencia que impera hoy en las calles solo es el efecto de esa violencia que se replica fuera de casa y que trae consigo otros problemas sociales que nutren a la criminalidad.
Muchos gobiernos han estado al frente de esta gran nación y con ellos se han implementado una gran cantidad de políticas en materia de seguridad que no han dado el resultado esperado: “seguridad y paz social”, y la razón por la que no han dado resultados es porque muchas de esas políticas han sido una copia o se basan en modelos de políticas extranjeras cuya sociedad, cultura y problemas son muy diferente a los nuestros, políticas que han sido más represivas que preventivas, aunado a esto está el grave problema de corrupción e impunidad que trae consigo la desconfianza en las instituciones.
Para prevenir y combatir la delincuencia será necesario primero aceptar que este es un grave problema que no solo es responsabilidad del gobierno, también es responsabilidad nuestra como sociedad y en tal sentido debemos coadyuvar en la mayor medida posible desde nuestros hogares y comunidades, de qué forma, comenzando por aceptar y reconocer que hemos sido víctimas e incluso replicadores de esa violencia. Hombres y mujeres debemos educar a niños y niñas sobre la importancia de reconocer que hay muchas y diversas formas de ser como personas en el planeta y que debemos vivir bajo el respeto mutuo, respetando los gustos o preferencias de cada persona en cualquier contexto, solo así se pueden construir relaciones satisfactorias entre individuos y por ende en sociedad.
En cuanto al Edo. Será necesario que aborde este tema de manera interdisciplinaria cuidando tres aspectos primordiales: la prevención, la sanción, y, el tratamiento y reparación del daño a la víctima. Las nuevas políticas no deben estar basadas solamente en controlar y vigilar la manifestación de la violencia, sino en concientizar a la sociedad para modificar las condiciones que generan violencia y participar activamente en programas educativos que mejoren el nivel de vida de los mexicanos. Deberá poner especial interés en mejorar el nivel educativo, pues esto permitirá mejorar el nivel de vida de la población (no solo en lo económico), una educación que tenga como base valores éticos y morales, donde prevalezca el respeto, la honestidad, la honradez, la responsabilidad, la humildad, etc. Pues como decía Mahatma Gandhi: “la educación es una herramienta necesaria para destruir la ignorancia y es una respuesta para resolver las diferencias entre seres humanos”.
Comentarios
Publicar un comentario