Por: Hayde Arely Cruz Ortega, Criminóloga Criminalista.
Darle valor a la víctima desde el primer momento en que hace acto de presencia para levantar su denuncia, debería estar actualizado en las mentes de quienes la atienden. El deber está en no revictimizar y creer en su palabra. Seguramente sea poco posible entender cómo un curso de sensibilización va a cambiar las formas de atención y los procesos que comprende una denuncia. Pero es importante tratar de cambiar el modelo que se sigue para abrir una carpeta de investigación a partir de la captación de sentimientos.
Entonces, estos cursos de sensibilización cuando son aplicados al equipo que asiste pudieran traer los siguientes beneficios:
· Agiliza los procesos de investigación.
· Confianza en las autoridades.
· Percepción de seguridad en el entorno.
· Aumenta la cifra de denuncias.
· La entrevista de devolución sería aplicada a su vez para no afectar la profesionalización del personal.
La sensibilidad en el personal crea un vínculo de cortesía y mueve la empatía similar al arte de médico-paciente. No se trata de llorar con ella o estar molesta por la situación de peligro a la que fue expuesta, es de llevar a la práctica las emociones que la víctima presenta en el momento, sobre todo de reconocer el valor que ha tenido en aparecer para rebelar los hechos.
“No pregunto a la persona herida cómo se siente. Yo mismo me convierto en la persona herida”. Walt Whitman.
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