¡CUIDADO CON EL PHISHING!

Por: Hayde Arely Cruz Ortega, Criminóloga Criminalista.

Es una práctica recurrente utilizada para recabar información confidencial de los usuarios, principalmente los cibernéticos. Los datos que puede adquirir son contraseñas de banca electrónica, números de tarjeta de crédito entre muchos otros datos personales que conllevan al robo de identidad. Para el Phishing es fácil conseguirlos, y es sorprendente de cómo puede hacerlo, ya que es un pedimento al que todos estamos acostumbrados a ver cuando de pronto, en la página de internet que usualmente ingresamos, nos pide cierta actualización de datos mediante mensajes que aparentemente provienen de la institución bancaria o de salud, depende del dominio que se utilice, pero en realidad son solo imitaciones. 

Estos mensajes pueden aparecer desde nuestro correo electrónico con las palabras adecuadas que hacer creer que es legal esta actualización de contraseñas o validación de datos, lo que nos dirige a una página web falsa en donde los embaucadores tienen el control de la información que hemos facilitado sin sospechar. No existe una forma de eliminar estos mensajes, pero podemos detectarlos con la observación y monitoreo de la página de internet entre lo que debería o no aparecer en ella, y de ser necesario ponerse en contacto directo con la empresa para confirmar si es correcto el medio para dicha solicitud.

Ante la incidencia de víctimas, la CONDUSEF recomienda:

1. Sospecha de aquellos mensajes que te soliciten información personal. Si recibes algún mensaje en donde te amenacen con terminar o suspender tu cuenta si no les das una respuesta inmediata, son falsos. Las Instituciones Financieras no solicitan este tipo de información a través de un sitio sin garantías de seguridad.
2. Si tienes dudas, acude a una sucursal o comunícate al número de atención a clientes de la Institución Financiera.
3. Utiliza solo los números telefónicos que la Institución Financiera te haya proporcionado a través de tus estados de cuenta o correspondencia.
4. No des “clic” en un vínculo, mejor escribe la dirección de la Institución Financiera. Es más seguro escribirla en tu navegador, pues así sabrás que efectivamente estás visitando el sitio oficial.
5. Protege tus contraseñas. No llenes ningún formulario electrónico ni proporciones información confidencial como tu contraseña o número de alguna identificación oficial, en los sitios que te parezcan sospechosos.


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