Por: Hayde Arely Cruz Ortega, Criminóloga Criminalista.
Las razones o motivos del maltrato animal pueden variar desde factores preparantes y desencadenantes, como juego postraumático consecuencia de haber sido víctima de abuso sexual o de descarga emocional, como una etapa de conducta del descubrimiento. Otras más graves como la venganza, por diversión, por placer, para delimitar su agresión y tratar de intimidar a los demás. La crueldad hacia los animales indica una psicosis peligrosa que sobrepasa a menudo el daño hacia los animales. Es un factor que aparece regularmente en las estadísticas cuando catalogan los antecedentes de los violadores o de los asesinos en serie.
Es común encontrar que los padres de estos niños tuvieron el mismo trastorno durante su infancia y que esa conducta desapareció por la responsabilidad que tuvieron que asumir comenzando la etapa adulta, y aun así en su etapa adulta, continúa siendo peligroso cuando la violencia la refleja en el maltrato a la mujer, tratando de ejercer control psicológico, en el alcoholismo o simplemente dejando de lado las actividades de recreación con sus hijos, haciendo común que en el núcleo familiar sea aceptable el maltrato a su mascota o seres cercanos.
Sí es importante reconocer a nivel penal que el maltrato de cualquier ser viviente es inaceptable y que sin duda constituye un peligro para la sociedad, estar atentos ante los casos más complejos, aquellos que requieren de la acción psiquiátrica, cabe predecir un pronóstico desfavorable. Son más graves los casos que aparecen en ambientes negativos (padres alcohólicos o con trastorno antisocial de la personalidad). El tratamiento requiere de la coordinación de medidas psicológicas, sociales e institucionales, como objetivo de conocer otros patrones que ayuden al perfil del maltratador.
Puedes consultar: https://www.elespectador.com/noticias/soyperiodista/criminologia-y-el-maltrato-animal-articulo-420533.
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