- CRIMINOLOGÍA APLICADA EN LA PREVENCIÓN DE CONDUCTAS DELICTIVAS
Marisol Madero
Plascencia[1]
Domingo 10 de abril del
2016
"Lo que en materia
de prevención se construya hoy, la sociedad lo verá reflejado y lo disfrutará
mañana.”
Marisol Madero
Resumen
A través de este
trabajo explicaré lo que es la criminología aplicada específicamente al área
preventiva, haré énfasis en explicar el cómo la criminología siendo una ciencia
que se encarga del estudio del delito, de sus causas pero sobre todo la
criminología aplicada a la prevención se encarga de buscar las maneras de
evitar el delito y de estudiar el modo de actuar de las personas que cometen dichos
delitos. La prevención del delito es uno de los pilares fundamentales de la
criminología que hoy en día se deja de lado, vivimos una época donde a la
criminología se le vive como rama forense más, cuando esto no es así del todo.
Es momento de hacer renacer la ideología criminológica en su estado más puro,
avocarnos al estudio del delincuente, sobre todo enfocarnos en gran medida a
buscar prevenir el delito y sus consecuencias dentro de nuestra sociedad.
Abstract
Through this work I
will explain what is criminology specifically applied to the preventive area I
will focus on explaining how criminology being a science that deals with the
study of crime, its causes but especially applied criminology prevention
handles seek ways to prevent crime and to study the mode of action of those who
commit such crimes. Crime prevention is one of the fundamental pillars of criminology
today is put aside, we live in a time where criminology he is living as a
forensic branch more, when this is not true at all. It is time to revive the
criminological ideology in its purest form, avocarnos to study the offender,
especially focusing largely seek to prevent crime and its consequences in our
society.
Palabras Clave
Criminología, delito,
prevención, delincuente, ciencia, ideología, estudio.
Keywords
Criminology, crime prevention, criminal,
science, ideology, study.
Introducción
Rodríguez Manzanera nos
dice que “la criminología aplicada se nutre de las aportaciones de la
criminología científica y de las ciencias experimentales para aplicarse a los
mecanismos de reacción y de control social, incluso más allá de los propios
límites del sistema penal, pues actuará antes y después de la comisión del
delito e incluso, tras la eventual readaptación del sujeto a la sociedad. La
aplicabilidad de la criminología depende, sino en toda, en gran medida del
diseño de la política criminal (o criminológica) desarrollada por el Estado. La
criminología aplicada por conseguir una finalidad práctica debe estar orientada
hacia la consecución de un fin o propósito concreto.”[2]
Una de las funciones
principales del criminólogo en la sociedad es justo el de la prevención,
vivimos tiempos difíciles donde los índices delictivos han ido a la alza y con
crímenes cada vez más violentos. Tiempos donde la edad del delincuente es cada
vez menor, tiempos donde la violencia se ha normalizado tanto dentro de la
sociedad que no genera indignación.
Es importante que se
logre la concientización de la sociedad entera respecto a la prevención, los
criminólogos debemos aplicarnos y demostrar dentro de nuestro entorno que somos
necesarios para la elaboración de proyectos y programas preventivos no solo de
los delitos sino un sinfín de situaciones, debemos de estudiar de tal manera la
conducta delictiva que los resultados arrojados nos puedan dar pie a la
realización de tácticas preventivas que se vean los resultados palpables dentro
del país. Pero eso solo lograremos abriéndonos paso poco a poco, haciéndonos
necesarios para el sistema, los espacios los debemos de abrir y generar
nosotros mismos.
El poder prevenir y
bajar los índices delictivos implica que debemos adoptar medidas sobre la raíz
de las causas, el cómo hacerlo es justo la labor del criminólogo, que bien
puede ser reduciendo las oportunidades para que los delincuentes cometan
delitos o afrontando las situaciones económicas, sociales y de cualquier orden
que producen o potencian la criminalidad.
La prevención es
aquella acción dirigida a disuadir las acciones criminales. Las principales
características de la prevención son disuadir al infractor poniendo todo tipo
de trabas y de obstáculos para que no pueda realizar la conducta delictiva,
alterar el espacio criminal a través de una serie de medidas de control y de
educación, y por último la prevención de la reincidencia.
Los criminólogos
debemos de estudiar el delito con empatía en la sociedad, con interés, con aprecio
y sobre todo dándose cuenta de que se trata de un problema importante, profundo
y doloroso.
Aplicando la criminología en la prevención del delito
Los modelos de
prevención más importantes son el primario y el secundario[3]. Como sabemos la
prevención primaria se realiza antes de que surja el problema y tiene por
objetivo impedir la aparición de conductas antisociales. La prevención
primaria, por tanto, es abstracta. La prevención primaria son normalmente las
intervenciones se realizarían en el ámbito comunitario, en población general o
en grupos amplios de personas que no presentan problemas específicos de ajuste.
De esta manera algunos de los objetivos de la prevención primaria serían
modificar los factores ambientales y personales relacionados con la aparición
de la conducta delictiva y otra dotar a los individuos de habilidades múltiples
de afrontamiento para hacer frente a las situaciones difíciles o estresantes.
Así mismo la prevención
secundaria se centra en aquella población que ya muestra algún signo precoz, leve o moderado de
disfunción o presentan un riesgo significativo de desarrollar una conducta
antisocial. Este tipo de prevención tiene por objeto detectar situaciones de
riesgo manifiesto y tratar tempranamente a las personas afectadas para evitar
que la disfunción empeore.
No debemos dejar de
lado algo importante como lo son los factores criminógenos, que como bien nos
lo dice Juan Federico Arriola “los factores criminógenos son los causantes de
la criminalidad y permiten entender la criminalidad en general y los crímenes
en particular. Es una explicación criminológica no penal, del origen de las
conductas antisociales, muchas de las cuales son delitos que atentan contra el
Estado, los particulares y los bienes jurídicos tutelados. [4]
Los criminólogos
debemos tener claro que el crimen no es posible erradicarlo, solo debemos
intentar controlarlo. La prevención como tal no debemos de entenderla como
simple disuasión sino que debe entenderse como intervención para evitar el crimen.
Cualquier programa que logremos implementar debemos de plantearlo siempre a
mediano o largo plazo, se debe empezar a trabajar con la prevención primaria.
Debemos de tomar en cuenta que la prevención debe de ser entendida con un
carácter social y comunitario, la sociedad se debe de implicar.
Los delitos hoy en día
se cometen por menores de edad de manera más recurrente, los menores
infractores cometen delitos que incluyen lesiones, robo, homicidio, secuestro,
etcétera. Desde la criminología sabemos que una socialización inadecuada del
niño debilita las relaciones de los jóvenes hacia los grupos convencionales
como pueden ser la familia, la sociedad, la escuela y le induce a crear
vínculos con otros grupos en los que va encontrando eco a su desintegración y
en donde refuerza su conducta desviada. Como en toda acción de prevención
social del delito, el cabal entendimiento de los factores de riesgo.
Algunas de las
características que los programas de prevención deberían de tener y deberíamos
de tomar en cuenta serían los siguientes:
- Su finalidad debe ser prevenir el comienzo de la conducta antisocial, reducir la gravedad o duración de los casos que evidencian síntomas precoces de la conducta antisocial.
- La atención debe de estar orientada a desarrollar la competencia social y el funcionamiento de adaptación y centrados en la reducción del inicio de los factores criminógenos y prevenir problemas específicos.
- El ámbito de aplicación de dos formas generales (sociedad, escuelas, colonias) y específicos (grupos de alto riesgo).
- Manejar programas preventivos basados en campañas específicas y sobre todo dirigidas a las masas.
Así mismo las áreas de
intervención de los programas preventivos son por demás relevantes para que
logren ser eficaces, deben de estar orientados de manera específica y dirigida
a los grupos correctos.
·
La intervención
preventiva en los padres de familia deberá estar dirigida hacia las influencias
anteriores al nacimiento del niño, si se logra una adecuada concientización de
lo que conlleva la responsabilidad de educar un hijo sobre todo los primeros
años de vida, se lograría de manera sustancia una reducción de factores de
riesgo que anuncian disfunciones infantiles y familiares como los trastornos de
conducta infantiles.
·
La intervención
preventiva en las escuelas incluir una figura preventiva dentro del plantel como lo
podría ser el criminólogo para detectar y ayudar a los niños con alto riesgo de fracaso
escolar y reducir la conducta agresiva física o verbal y la conducta antisocial
de la comunidad educativa. La escuela constituye un factor esencial en la
infancia y la adolescencia. En la historia de muchos delincuentes
infanto-juveniles es pobre la presencia y estimulación escolar.
·
La intervención
preventiva en la comunidad dirigida a niños y adolescentes con problemas de conductas,
académicos y de integración a la sociedad, y que por lo tanto son propensos y
con alto riesgo de delincuencia. Por lo tanto se buscaría la reducción precoz
de la reincidencia de los jóvenes detenidos por faltas administrativas o
delitos más graves.
Al querer trabajar en
el ámbito preventivo es indispensable la profesionalización del criminólogo,
ampliar sus conocimientos, ejemplo de ello es incursionar en el ámbito de la
psicología criminal y forense, es una herramienta indispensable conocer la
psique del ser humano y todos los trastornos, características de personalidad
de los distintos tipos de criminales y sus motivaciones. No podemos medir con
la misma vara a los delincuentes y criminales, ya que cada uno aún bajo las mismas
circunstancias y características de vida no reaccionaran de la misma manera,
por lo tanto las propuestas y programas que se desarrollen de prevención
deberán contar con un respaldo de investigación.
Conclusiones
Con pasos pequeños, se
recorren caminos de gigantes. Trabajar en pro de la prevención pasa igual. El
secreto es no rendirse jamás ni darse por vencido, utilizar los encabezados de
los diarios de la nota roja, como motivación y no para desanimarnos. El camino
de la prevención es un camino largo, pero sobre todo es una oportunidad de
trabajar con las áreas de oportunidad en esta desolación que vivimos sociedad,
que cada día ve más normal la violencia, que cada día existe más frustración
por los niveles delincuenciales, la inseguridad que se vive en el país afecta a
todos los estratos sociales pero definitivamente quien pierde más en todo esto,
son las clases sociales media y baja que son los que cuentan con menos recursos
para su protección o por los espacios en donde viven que por desgracia por la
falta de seguridad se vuelven más vulnerables y de fácil acceso para los
delincuentes.
El poder prevenir una
conducta delictiva es por demás complicado pero no imposible, si se logran
aplicar los lineamientos y protocolos adecuados para nuestra sociedad, que
logre cubrir las necesidades de nosotros los mexicanos. Es urgente e
indispensable que iniciemos con la prevención primaria, los resultados
obviamente se verían a largo plazo, ya que no es un trabajo que rendirá frutos
de la noche a la mañana.
Creo firmemente que la
prevención es el único camino que nos queda por explotar socialmente, así fuera
el ir empezando a hacer cambios pequeños dentro de la víctima potencial, todos
en algún punto nos hemos expuesto a ser víctimas de algún delito sin siquiera
saberlo. Prevención arduo trabajo al igual que cualquier área que se dedique un
criminólogo, trabajo por hacer hay bastante, de eso que no nos quepa la menor
duda.
Referencias
Rodríguez Manzanera, L. Criminología. (2003). (18va ed.). México: Porrúa.
V. Garrido y S. Redondo. Manual de Criminología Aplicada. Ed. Jurídicas Cuyo.
V. Garrido, P. Stangeland y S. Redondo. Principios de Criminología. Tirant Lo
Blanch. 2006
Juan Federico Arriola. “Causas del delito”, en Gerardo Lavaega y Alberto Lujambio
(coords). El derecho penal a juicio. Diccionario crítico, Instituto Nacional
de Ciencias Penales, México, 2009, pag. 107.
[1]
Lic. en Criminología. Mtra. en Criminología y Ciencias Forenses, Directora de Criminología Aplicada "Prevención Ante Todo".
[2]
Rodríguez Manzanera, L. (2003). Criminología, (18va ed.). México: Porrúa.
[3] Manual de Criminología Aplicada. V.
Garrido y S. Redondo. Ed. Jurídicas Cuyo.
[4]
Juan Federico Arriola, “Causas del delito”, en Gerardo Lavaega y Alberto Lujambio
(coords). El derecho penal a juicio.
Diccionario crítico, Instituto Nacional de Ciencias Penales, México,
2009, pag. 107.
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