LA VIOLENCIA, A LA VUELTA DE LA ESQUINA

Despertamos y dormimos con noticias que llevan alguna carga de violencia, no hay un solo día en que los noticieros, periódicos, radio o redes sociales nos hablen o nos muestren hechos violentos, la violencia dentro del inconsciente colectivo se está normalizando cada vez más, ya no nos asustamos como antes, ya es hasta “normal” saber de descuartizados, de ajustes de cuentas, de tiros de gracia, de feminicidios, de persecuciones que terminan en tiroteos y muchas veces en la muerte de gente inocente que su único “delito” fue pasar por el lugar y la hora equivocada. El nivel de violencia que vivimos como sociedad está llegando a un punto insostenible, existen Estados donde el clima entre la ciudadanía es de temor incluso de salir a la calle, ejemplo de ello lo que está sucediendo en el estado de Guerrero en la ciudad de Acapulco, hemos visto y leído  mensajes de hartazgo en las redes sociales, pero sobre todo de incertidumbre.

El ir erradicando la violencia de nuestro país no es una tarea que solo le toque al gobierno resolver, también es nuestra obligación como ciudadanos, como padres, si deseamos un país sino libre de violencia al menos si lograr que baje el clima de inseguridad, esto lo lograremos con la educación, ayudando y colaborando desde casa justamente a no fomentar la normalización de la violencia, desde la música que escuchamos en casa, desde los programas que permitimos que nuestros niños vean o los videojuegos que les compramos, al respecto de la música he escuchado o leído un sinfín de comentarios:

-la música no me hace que mate-
-la letra de la música es ficción-
-el que quiere ser narco, lo será escuche música de narcocorridos o no-

Si bien es cierto al escuchar un narcocorrido no le dan ganas a uno de salir y matar a diestra y siniestra a los primeros que veamos, sin embargo lo que si sucede es que justo normalizamos la violencia, ya sabemos que en las canciones se “cuentan” los métodos o torturas implementadas por los narcotraficantes, o que lo mato por x o y circunstancia, ya ni hablemos de la degradación que las letras suelen hacer de la mujer.

Las cosas para México aunque se lea optimista deben ir empezando a cambiar poco a poco, en lo personal creo que vivimos en una sociedad que algunos sectores empiezan a despertar, se ha estado buscando generar sobre todo en las redes sociales el que la gente salga de la zona de confort, que se animen a no ser un ciudadano más en el país que fomenta o que genera violencia.


Creo firmemente que podemos ir generando un cambio en las nuevas generaciones, pero esa tarea nos toca fomentarla a nosotros como adultos, el papel del criminólogo en el ámbito preventivo es fundamental, de verdad los invito a que no seamos espectadores de la decadencia del país, formemos desde nuestro criterios estrategias de prevención iniciando desde nuestras colonias, aportar algo positivo desde nuestro conocimiento que por pequeño que sea el aporte puede ir generando cambios, habemos muchos criminólogos en el país ¿se imaginan que cada uno iniciáramos con una sola propuesta para mejor el lugar donde vivimos? ¿Utopía? quizá, pero confío firmemente en que somos más los que queremos un cambio y cuando se quiere y se trabaja en ello, nada es imposible.

Marisol Madero Plascencia 


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