Por: Marisol Madero
Historias relacionadas con
la violencia y el delito, podemos leer y escuchar todos los días cientos de
ellas, otras más de las que nunca nos enteraremos, sin embargo comparten
similitudes, pero sobre todo, comparten el temor, la ira, la frustración, el dolor,
el cansancio, el miedo. Y es que ante toda esta ola de violencia que nos rodea
(entre otros factores) es que los mexicanos vivimos estresados, según cifras de
la OMS se calcula que en México entre 30 y 40% de las personas viven
estresados, a nivel mundial somos el segundo país a nivel mundial con el índice
más alto de esta problemática de salud, después de China. La causa del estrés
es multifactorial, pero lo cierto es que vivir en constante “amenaza” ya sea
real o imaginario el temor, es sumamente dañino para la salud mental de los
mexicanos, pero el temor por los índice delictivos que se han incrementado en
el país no es de a gratis.
Despertamos y dormimos con
noticias que llevan alguna carga de violencia, no hay un solo día en que los
noticieros, periódicos, radio o redes sociales nos hablen o nos muestren hechos
violentos, la violencia dentro del inconsciente colectivo se está normalizando
cada vez más, ya no nos asustamos como antes, ya es hasta “normal” saber de
descuartizados, de ajustes de cuentas, de tiros de gracia, de feminicidios, de
persecuciones que terminan en tiroteos y muchas veces en la muerte de gente
inocente que su único “delito” fue pasar por el lugar y la hora equivocada. El
nivel de violencia que vivimos como sociedad está llegando a un punto
insostenible.
Para hacer más llevaderas
todas estas emociones, es que, es más fácil invisibilizar la violencia y/o
normalizarla, nos acostumbramos tanto a ella (o eso creemos) que es difícil
identificar cuando somos víctima de la misma, en nuestro país, los más
vulnerables ante la violencia son los niños, niñas, adolescentes y mujeres,
ojo, con esto no quiero decir que los hombres no sean víctimas de delitos y/ o
de violencia, sino, que estadísticamente son más vulnerables niños, niñas,
adolescentes y mujeres, por ejemplo, el problema que se vive en México en
cuanto a los Feminicidos, no es algo que aparece de la noche a la mañana, sino
que ha sido gradualmente, se ha ido incrementando de manera gradual.
A pesar del hartazgo social,
pareciera (en teoría) que no podemos hacer nada para cambiar el rumbo de
nuestro país, hemos dejado nuestra soberanía en mano de un puñado de
delincuentes (no todos, quiero pensar), las políticas públicas son ineficaces,
al menos en cuanto a las políticas públicas que tienen que ver con la seguridad
si, por desgracia no podemos negar que estamos frente a un Estado criminógeno.
Es por ello que nos toca,
nos toca el empezar a responder de forma distinta ante todo lo que pasa en
nuestro país, la palabra clave es EDUCACIÓN EN PREVENCIÓN y quizá esto no
baste, pero, es indispensable. Así como los delincuentes se las ingenian para
ir un paso adelante, nosotros debemos implementar medidas de seguridad que al
menos nos ayuden a nos presas de los delincuentes tan fácilmente, también
aprendamos a identificar los distintos tipos de violencia que existen, educar
en prevención a los más pequeños en casa, también es altamente recomendable.
Recordemos que no hay mejor
acción que la prevención, hay mucho por hacer, si bien el Estado es el
encargado de la seguridad del país, pero, nunca está de más aprender a
cuidarnos.
Comentarios
Publicar un comentario