NORMALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA EN LA PAREJA
MARISOL MADERO PLASCENCIA
CRIMINÓLOGA
Excelente inicia de semana
laboral estimado lector, el día de hoy me gustaría tocar un tema bastante
delicado sin embargo bastante común, la violencia dentro de la pareja. Es
importante recalcar que la violencia en la pareja no llega de la noche a la
mañana, la violencia es gradual en la mayoría de las ocasiones es imperceptible,
la violencia en la pareja suele ser física, económica, psicológica y sexual,
cada una de estas formas de violencia se expresan de manera distinta.
Recordemos que además la violencia inicia de menos a más en la mayoría de las
ocasiones. Si ponemos un ejemplo de cada una de estos tipos de violencia (que
existen más, sin embargo estas son las más comunes) la violencia física se
puede manifestar desde empujones, cachetadas, jalones, etc., la psicológica
(una de las más difíciles de detectar) puede incluir burlas, amenazas,
insultos, intimidación, etc., la violencia económica se relaciona con el
control del dinero, la violencia sexual se manifiesta en la imposición del acto
sexual, violación, etc.
Lo interesante de estas formas
de violencia es que no necesariamente se manifiestan de manera aislada, sino,
que se combinan, lo que sí es un hecho es que la violencia psicológica está
presente en todas las situaciones.
Para la descripción del
proceso de la violencia en la pareja se utiliza mayormente el modelo Ciclo de
la Violencia (Walter 1980) que abarca las tres siguientes fases:
a.- Acumulación de tensión. Aquí se dan incidentes episódicos de roces
y amenazas, saturados de ansiedad y hostilidad.
b.- Descarga de la violencia. Incluye la explosión de las hostilidades
latentes en la fase anterior (pueden abarcar desde el empujón, la bofetada o el
apretón de brazo, hasta el asesinato)
c.- Luna de miel. Estadio caracterizado por las expresiones de
arrepentimiento, las disculpas, los regalos y las promesas de un futuro
diferente y feliz.
Este ciclo de violencia es
cíclico, una vez llegada a la etapa de la “Luna de miel” el tiempo de
“estabilidad” y “durabilidad” de esta fase es variable y se reinicia nuevamente
el ciclo. Es indispensable buscar ayuda una vez que se detecta estar sumido en
un espiral de violencia.
Me gustaría compartirles un
listado de características que a través de muchos años de investigación se ha
logrado detectar características que comparten y suelen ser parte de la media
en los perfiles de las parejas violentas.
Características de los
agresores:
• Probablemente fueron
testigos de abuso o fueron víctimas de abuso cuando niños.
• Posesivos y celosos: comúnmente
se imagina que usted lo está engañando; puede tener celos de sus amigos, familia
y niños.
• Mal humor: tiene arranques
de enojo por cualquier cosa insignificante o deja que el enojo se acumule y después
explota.
• Culpa a los demás: no acepta
la responsabilidad de su propio enojo ni de sus acciones; le dice que usted es culpable.
• Minimiza la gravedad del
abuso o puede negarlo completamente.
• Posiblemente atribuya la
culpa del abuso al alcohol o a las drogas.
• Se presenta de distintas
maneras ante los demás, es gentil con las personas que no son de la familia y
trata de ocultar el abuso.
• Tiene ideas rígidas de los
papeles que se deben llevar dentro de la pareja.
• Puede tener otros problemas
con la ley (por ejemplo: antecedentes penales).
• Puede comportarse en forma
intimidatoria o amenazante.
• Trata de aislar a la pareja,
evita que vea a sus amigos o familia; o trata de desmotivar a la pareja para que no trabaje o estudie.
• Trata de controlar a su
pareja, le dice qué hacer o qué pensar.
• Abusa verbalmente de usted.
• Después de un arranque de enojo
puede llorar y decirle que él/ella lo lamenta. El abusador se siente mejor y no
comprende por qué usted puede con molestia.
• Cuando ocurre el abuso
físico, este sigue un patrón característico: algunas siempre parejas golpean en
el rostro, en tanto que otros agresores tienen cuidado de golpear donde los
moretones no sean visibles.
Las frases que se dicen en un
momento de “enojo” no las tome a la ligera, recordemos que la violencia es
gradual, puede iniciar con un insulto, jalones, no permitir que “salga” con
amistades, gritos, controlarle el dinero, golpes e incluso puede terminar en la
máxima expresión de violencia, homicidio. Frases como: “tu no me vas a dejar,
primero te mueres” “de aquí no sales y si sales, solo será con los pies por
delante” “si me dejas, te mato y luego me mato yo”.
Todas estas son frases que
no debemos dejar pasar, porque alguien que suele hacer ese tipo de amenazas en
un momento de rabia, bajo los influjos de alguna droga o alcohol, suele cumplir
sus amenazas.
Las relaciones de pareja deben
ser de los dos, para los dos y por los dos, en igualdad de condiciones.
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